jueves, noviembre 25, 2004
No suelo "subir" cosas externas, pero en esta ocasión quiero compartir unos conceptos de Claudio Kleiman sobre qué significa ser independiente dentro del Rock nacional.
Que lo aprovechen...
El ser independiente x Claudio Kleiman
A esta altura, el concepto de independiente es muy amplio, mucho más que antes. Si vamos a los comienzos, cuando había una industria discográfica muy fuerte y poderosa, independiente era el músico que hacía su propio trabajo por fuera de la estructura del mainstream, de la estructura de la industria. Cada uno organizaba sus propios recitales independientemente de las agencias que "managereaban" todos los números; encaraban sus propias producciones discográficas, y un paso más allá, hacían lo mismo con la edición. Había muchos grados de independencia. Podían serlo del primero al último de los pasos, o hacer combinaciones entre ellos.La primera experiencia más o menos trascendente, con mayor envergadura, fue la del sello Mandioca, dirigido por Jorge Alvarez. Él venía de una experiencia similar pero dentro del mundo editorial, en medio del boom de la literatura latinoamericana, en la década del sesenta. Y vio venir al rock nacional como movimiento cultural muy poderoso, y se propuso trasladar la idea a la música. Un tipo visionario. También flotaba el ejemplo de Los Beatles, que después de hacer toda su carrera en EMI crearon su sello independiente: Apple. Y acá dijeron ‘si Los Beatles hacen Apple, por qué nosotros no podemos hacer Mandioca?Al igual que con el sello de Los Beatles, el intento de Mandioca no duró mucho, porque no había experiencia en el proceso de comercialización; estaba sí más desarrollada la parte artística. En su momento, el sello concentró a muchos artistas. Menos Almendra, que estaba fichada para RCA, tuvo a los principales artistas que surgían en el movimiento del rock nacional: Manal, Vox Dei, Miguel Abuelo, etc. Inclusive, lo primero que hizo La Cofradía de la Flor Solar también fue un simple para Mandioca.Cuando se fundió, le vendió todo a Microfón, un sello nacional dedicado al folklore, tango, música berreta, de todo, dirigido por los hermanos Kaminsky. Entonces, para poder reeditar todo el material de rock de Mandioca, crearon un subsello llamado Talent. La independencia de Talent fue relativa, porque obviamente dependían de una empresa mayor.
Lo que siguió, en importancia y cronológicamente, fue MIA (Músicos Independientes Argentinos), una experiencia muy original porque tuvo poca relación con el espectro del rock nacional e internacional. La idea surgió de una familia de Villa Adelina, en forma absolutamente independiente. Armaron su sala de ensayo, consiguieron la manera de editar sus discos, y crearon un sello: Ciclo III, un nombre basado en el libro "Cómo vino la mano", de Miguel Grinberg, que dividía la historia del rock en tres etapas. Y eso fue como decir "estamos dando nacimiento a una nueva etapa del rock nacional".
En Transparencias (primer LP de MIA), las tapas se armaron una por una, un laburo increíble. Era una portada de cartón y tela que te duraba toda la vida. En eso estaba presente la idea del hippismo, la comunidad, pero con características propias para no cometer los mismos errores. Ellos mismos salían a repartir los discos, a dejarlos en las disquerías, y llegaron a hacerle financiar al público sus trabajos. Armaron un fichero con los datos que iba llenando la gente en sus recitales, y les ofrecían comprar el disco por anticipado, antes de grabarlo. Así la gente lo pagaba, ellos lo grababan y se lo mandaban. De esa forma se ganaron todo el aprecio, y eso fue capitalizar la experiencia hippie. La otra gran experiencia fue la de Los Redondos, a los que conocí muy temprano. Ellos hicieron un periodo de exploración por las grabadoras, y se dieron cuenta de que todo les olía muy trucho. Se contactaron con MIA, y ellos los guiaron en cómo manejarse, sobre todo en la parte legal. Así grabaron el primer disco (Gulp!) en los estudios de MIA, con Lito Vitale como técnico. Después agarraron la estructura legal de Del Cielito Records y se manejaron por ahí.En la década del 80, llegó Radio Trípoli, en una etapa pospunk. Y el punk tenía el axioma "hacelo vos mismo"; cualquiera podía grabar y editar su disco. A partir del "hacelo vos mismo" se le dio un nuevo impulso al formato del single y el doble, de dos y cuatro temas. Trípoli vio también que se venía un nuevo movimiento, que involucraba al punk y pospunk argentinos. Algo que rompía con lo anterior. Y empezaron a editar discos, de bandas como Massacre Palestina y otras. El primer LP que editaron fue Invasión 88, el comienzo de todo. Y el formato también era original, y respondía al modelo de sello independiente de punk inglés, con vinilos de colores y objetos aparte del disco.
El advenimiento del CD cambió radicalmente las cosas, porque convirtió en realidad el enunciado del punk. Hoy en día un grupo puede tener su disco antes de existir. Se democratizó mucho el acceso a la grabación, y por otro lado se produjo la desaparición de la industria discográfica en los términos en los que se la conocía durante la era del disco fonográfico. Ahora hay que ver que forma toma todo esto. Las grabadoras apuntan a los números masivos porque tienen una estructura grande que mantener. Por otro lado, si un músico independiente saca una edición, y vende mil o dos mil copias, eso le alcanza para salvar los gastos y ganar algo de guita. Al democratizarse el acceso a la grabación, y cerrarse las grabadoras grandes en torno a unos pocos números, prácticamente no ha quedado lugar para el rock, sólo para los números más fuertes. La industria discográfica está en un proceso de destrucción, o quizás de recomposición, en el que aparecerá con una nueva forma. Entonces, la irrupción de estos medios electrónicos provocó una crisis, y la actual industria es un remanente de algo que ya fue.
Hay distintas escalas dentro de la independencia. Fito Páez o La Renga se hicieron independientes después de experiencias en sellos grandes, y eso es muy distinto a una banda que recién empieza. Para los establecidos prácticamente no hay diferencia, muchos de ellos tienen sus propios estudios, sin limitaciones presupuestarias ni horarias. En cuanto a la distribución, también hay formas independientes de hacerlo, y tampoco hay tanta diferencia entre la labor que pueden hacer DBN o PopArt, a la de una grabadora grande.
Ese vacío que dejaron las grabadoras, que a lo sumo manejan dos o tres números, fue cubierto, por un lado, por las ediciones independientes, y por otro, por los sellos independientes, que están haciendo el laburo que las grandes no hacen. Habría que apuntar la experiencia de Ultrapop, Indice Virgen, Aqua Records, DBN –que es sello y distribuye los sellos independientes de sus bandas-; Besótico de El Otro Yo, Ugly de Boom Boom Kid, El Farolito, Silly Records, de Las Pelotas, y Pop Art con Tocka Discos, que agarró a muchas bandas que habían quedado afuera de los sellos grandes. Todo eso, sumado a la Unión de Músicos Independientes.
Para el que escucha el producto existe una diferencia, pero que no pasa tanto por el sonido, por si algo está mejor o peor grabado. El público de rock tiene en cuenta la actitud. A grupos como La Renga, Los Piojos, Los Redondos o El Otro Yo, se los aprecia porque se los ve como coherentes ideológicamente. Lo que hacen, lo que cantan y cómo llevan adelante su historia. Aunque tampoco es determinante, porque hay algunos en sellos grandes que son creíbles, como La Bersuit, y otros independientes que no los son.¿La Renga dejó de ser independiente cuando firmó contrato con Universal? Me parece que no cambió nada. Empezaron a hacer discos mejor producidos pero, en todo caso, lo que cambió fue para mejor. Y eso igualmente hubiera sucedido si hubiesen continuado grabando por su cuenta. Era un paso lógico en la evolución del grupo. En este momento, el "ser independiente" quizás tenga más que ver con lo ideológico, con una postura, que con lo formal. Hoy, un grupo se define como independiente por la actitud.
Que lo aprovechen...
El ser independiente x Claudio Kleiman
A esta altura, el concepto de independiente es muy amplio, mucho más que antes. Si vamos a los comienzos, cuando había una industria discográfica muy fuerte y poderosa, independiente era el músico que hacía su propio trabajo por fuera de la estructura del mainstream, de la estructura de la industria. Cada uno organizaba sus propios recitales independientemente de las agencias que "managereaban" todos los números; encaraban sus propias producciones discográficas, y un paso más allá, hacían lo mismo con la edición. Había muchos grados de independencia. Podían serlo del primero al último de los pasos, o hacer combinaciones entre ellos.La primera experiencia más o menos trascendente, con mayor envergadura, fue la del sello Mandioca, dirigido por Jorge Alvarez. Él venía de una experiencia similar pero dentro del mundo editorial, en medio del boom de la literatura latinoamericana, en la década del sesenta. Y vio venir al rock nacional como movimiento cultural muy poderoso, y se propuso trasladar la idea a la música. Un tipo visionario. También flotaba el ejemplo de Los Beatles, que después de hacer toda su carrera en EMI crearon su sello independiente: Apple. Y acá dijeron ‘si Los Beatles hacen Apple, por qué nosotros no podemos hacer Mandioca?Al igual que con el sello de Los Beatles, el intento de Mandioca no duró mucho, porque no había experiencia en el proceso de comercialización; estaba sí más desarrollada la parte artística. En su momento, el sello concentró a muchos artistas. Menos Almendra, que estaba fichada para RCA, tuvo a los principales artistas que surgían en el movimiento del rock nacional: Manal, Vox Dei, Miguel Abuelo, etc. Inclusive, lo primero que hizo La Cofradía de la Flor Solar también fue un simple para Mandioca.Cuando se fundió, le vendió todo a Microfón, un sello nacional dedicado al folklore, tango, música berreta, de todo, dirigido por los hermanos Kaminsky. Entonces, para poder reeditar todo el material de rock de Mandioca, crearon un subsello llamado Talent. La independencia de Talent fue relativa, porque obviamente dependían de una empresa mayor.
Lo que siguió, en importancia y cronológicamente, fue MIA (Músicos Independientes Argentinos), una experiencia muy original porque tuvo poca relación con el espectro del rock nacional e internacional. La idea surgió de una familia de Villa Adelina, en forma absolutamente independiente. Armaron su sala de ensayo, consiguieron la manera de editar sus discos, y crearon un sello: Ciclo III, un nombre basado en el libro "Cómo vino la mano", de Miguel Grinberg, que dividía la historia del rock en tres etapas. Y eso fue como decir "estamos dando nacimiento a una nueva etapa del rock nacional".
En Transparencias (primer LP de MIA), las tapas se armaron una por una, un laburo increíble. Era una portada de cartón y tela que te duraba toda la vida. En eso estaba presente la idea del hippismo, la comunidad, pero con características propias para no cometer los mismos errores. Ellos mismos salían a repartir los discos, a dejarlos en las disquerías, y llegaron a hacerle financiar al público sus trabajos. Armaron un fichero con los datos que iba llenando la gente en sus recitales, y les ofrecían comprar el disco por anticipado, antes de grabarlo. Así la gente lo pagaba, ellos lo grababan y se lo mandaban. De esa forma se ganaron todo el aprecio, y eso fue capitalizar la experiencia hippie. La otra gran experiencia fue la de Los Redondos, a los que conocí muy temprano. Ellos hicieron un periodo de exploración por las grabadoras, y se dieron cuenta de que todo les olía muy trucho. Se contactaron con MIA, y ellos los guiaron en cómo manejarse, sobre todo en la parte legal. Así grabaron el primer disco (Gulp!) en los estudios de MIA, con Lito Vitale como técnico. Después agarraron la estructura legal de Del Cielito Records y se manejaron por ahí.En la década del 80, llegó Radio Trípoli, en una etapa pospunk. Y el punk tenía el axioma "hacelo vos mismo"; cualquiera podía grabar y editar su disco. A partir del "hacelo vos mismo" se le dio un nuevo impulso al formato del single y el doble, de dos y cuatro temas. Trípoli vio también que se venía un nuevo movimiento, que involucraba al punk y pospunk argentinos. Algo que rompía con lo anterior. Y empezaron a editar discos, de bandas como Massacre Palestina y otras. El primer LP que editaron fue Invasión 88, el comienzo de todo. Y el formato también era original, y respondía al modelo de sello independiente de punk inglés, con vinilos de colores y objetos aparte del disco.
El advenimiento del CD cambió radicalmente las cosas, porque convirtió en realidad el enunciado del punk. Hoy en día un grupo puede tener su disco antes de existir. Se democratizó mucho el acceso a la grabación, y por otro lado se produjo la desaparición de la industria discográfica en los términos en los que se la conocía durante la era del disco fonográfico. Ahora hay que ver que forma toma todo esto. Las grabadoras apuntan a los números masivos porque tienen una estructura grande que mantener. Por otro lado, si un músico independiente saca una edición, y vende mil o dos mil copias, eso le alcanza para salvar los gastos y ganar algo de guita. Al democratizarse el acceso a la grabación, y cerrarse las grabadoras grandes en torno a unos pocos números, prácticamente no ha quedado lugar para el rock, sólo para los números más fuertes. La industria discográfica está en un proceso de destrucción, o quizás de recomposición, en el que aparecerá con una nueva forma. Entonces, la irrupción de estos medios electrónicos provocó una crisis, y la actual industria es un remanente de algo que ya fue.
Hay distintas escalas dentro de la independencia. Fito Páez o La Renga se hicieron independientes después de experiencias en sellos grandes, y eso es muy distinto a una banda que recién empieza. Para los establecidos prácticamente no hay diferencia, muchos de ellos tienen sus propios estudios, sin limitaciones presupuestarias ni horarias. En cuanto a la distribución, también hay formas independientes de hacerlo, y tampoco hay tanta diferencia entre la labor que pueden hacer DBN o PopArt, a la de una grabadora grande.
Ese vacío que dejaron las grabadoras, que a lo sumo manejan dos o tres números, fue cubierto, por un lado, por las ediciones independientes, y por otro, por los sellos independientes, que están haciendo el laburo que las grandes no hacen. Habría que apuntar la experiencia de Ultrapop, Indice Virgen, Aqua Records, DBN –que es sello y distribuye los sellos independientes de sus bandas-; Besótico de El Otro Yo, Ugly de Boom Boom Kid, El Farolito, Silly Records, de Las Pelotas, y Pop Art con Tocka Discos, que agarró a muchas bandas que habían quedado afuera de los sellos grandes. Todo eso, sumado a la Unión de Músicos Independientes.
Para el que escucha el producto existe una diferencia, pero que no pasa tanto por el sonido, por si algo está mejor o peor grabado. El público de rock tiene en cuenta la actitud. A grupos como La Renga, Los Piojos, Los Redondos o El Otro Yo, se los aprecia porque se los ve como coherentes ideológicamente. Lo que hacen, lo que cantan y cómo llevan adelante su historia. Aunque tampoco es determinante, porque hay algunos en sellos grandes que son creíbles, como La Bersuit, y otros independientes que no los son.¿La Renga dejó de ser independiente cuando firmó contrato con Universal? Me parece que no cambió nada. Empezaron a hacer discos mejor producidos pero, en todo caso, lo que cambió fue para mejor. Y eso igualmente hubiera sucedido si hubiesen continuado grabando por su cuenta. Era un paso lógico en la evolución del grupo. En este momento, el "ser independiente" quizás tenga más que ver con lo ideológico, con una postura, que con lo formal. Hoy, un grupo se define como independiente por la actitud.
domingo, noviembre 21, 2004
Hace cerca de un mes y medio estoy haciendo radio todos los días.
Nos estamos encargando (además) de organizar fiestas con recitales de 2 bandas todos los viernes en Animal.
Sigo en el cyber.
A veces, opero otros programas de la radio.
(...) Me prometo no "hacer público" "eso".
Parece sobrevenir algún tipo de calma. Me trae mala espina.
Por lo general, ninguna calma es duradera, ni reconfortante al final.
Trato de no pelearme con nadie. Aunque mis "antagonistas" son demasiado aburridos.
Todo taaaan chato, taaaan choto.
Me cansé de leer boludeces, consejos, postulados, opiniones...
Me quedo conmigo.
En fín, supongo que probaré el "danonino"... o volveré a las andadas.
Nos estamos encargando (además) de organizar fiestas con recitales de 2 bandas todos los viernes en Animal.
Sigo en el cyber.
A veces, opero otros programas de la radio.
(...) Me prometo no "hacer público" "eso".
Parece sobrevenir algún tipo de calma. Me trae mala espina.
Por lo general, ninguna calma es duradera, ni reconfortante al final.
Trato de no pelearme con nadie. Aunque mis "antagonistas" son demasiado aburridos.
Todo taaaan chato, taaaan choto.
Me cansé de leer boludeces, consejos, postulados, opiniones...
Me quedo conmigo.
En fín, supongo que probaré el "danonino"... o volveré a las andadas.
jueves, noviembre 04, 2004
Todas las pestes arrecian La inmunidad está lejos, mejor dejarse tocar y desear despertar. Nada más. Nada menos. Y escuchar H2O...
