domingo, abril 17, 2005
...
Tiempo de mudanzas... propias y de la gente querida. Hay que dejar el hogar. La puerta más colorida of town. Un estúpido demolerá un hermoso pasillo con vista al río para erigir una estúpida torre de departamentos. Ví, por primera vez, desde arriba, como levantan un somier y un sillón por los aires hasta un 7mo. piso con 2 sogas. Ví como el PEZ presintió el cambio de vivienda. Basta de penar. "... Ya pagué por quebrar la calma..."
miércoles, abril 06, 2005
LOS RIESGOS DE LA "STANDARIZACIÓN"
Amigos: estamos asistiendo al asesinato de uno de los tesoros artísticos más preciados del siglo XX: los "standars".
Son más que perfectas piezas musicales de varios de los mejores autores de los últimos 100 años. Son parte del patrimonio musical de generaciones tras generaciones.
Autores como Cole Porter, George e Ira Gershwin, Bill Evans, Irving Berlin, Hoagy Carmichael, hasta el mismísimo Tom Jobim han creado preciosas piezas que, a lo largo de los años, han interpretado distintos artistas de maneras más o menos felices.
Pero, por desgracia, con el nuevo milenio, estas joyas, vaya a saber uno por qué extraña broma del destino, van camino a convertirse - si alguien no hace algo noble próximamente - en un pastiche cursi, comido, vomitado y vuelto a comer.
Hoy los "standars" están de moda. Eso no es del todo malo si se hubiera aprovechado la oportunidad para que la gente apropiada se hiciera cargo de eso.
Pero, lamentablemente, Frank ya no está, y Tony hace lo que puede - trata de "aggiornarse" compartiendo un disco y un DVD con K.D. Lang - entre tanto chanta.
Hay ejemplos muy puntuales: no es casual que Rod Steawart salga con una ¡TRILOGÍA! , sí, leyó bien, una TRILOGÍA dedicada al género - "The great american songbook" 1, 2 y 3 - amenazando al mismísimo Andrés Calamaro en el campo de las ediciones múltiples.
Aparecen por todos lados dulces niñas, más o menos conocidas, con cierto apego al mismo repertorio - Norah Jones, Diana Krall de Costello (je je) - que, más allá de interpretar más o menos bien, y tocar correctamente el piano, parecieran cansar después de un par de discos.
Otro riesgo de la "standarización" es el de mezclar estas composiciones, con clásicos de los 80´s - ¡pero en ese formato! - .
Un claro ejemplo de esto último es el programa - con edición de disco incluida - "Música para soñar" - o para "sonar" según algunos - .
Allí vemos mezclas de lo más diversas como "banana" Pueyrredón haciendo un temazo de Billy Joel - "Just the way you are" - o Emmanuel Horvilleur haciendo "Moonglow".
El problema no es el tema en sí, sino la actitud.
Malosetti aparece tocando desde una canción de cuna, hasta un tema de Memphis la blusera de la misma forma, y en esa conversión, algo se pierde, y casi nada se gana - "Moscato, pizza y fainá" no va a ser un temazo por más onda "cool" que se le quiera dar - .
También tenemos a Ligia Piro, que, como mérito presenta ser la hija de Susana Rinaldi y debuta con un disco llamado como ella.
Obviamente, en el repertorio vemos a Jobim, a Gershwin, a Evans...
Y un tema infaltable para que un disco de standars sea tal: "Summertime".
Oh! Ella Fitzgerald...sálvanos!
PD: Ligia Piro se presenta el sábado 9 de abril en La Comedia, de Rosario...
Amigos: estamos asistiendo al asesinato de uno de los tesoros artísticos más preciados del siglo XX: los "standars".
Son más que perfectas piezas musicales de varios de los mejores autores de los últimos 100 años. Son parte del patrimonio musical de generaciones tras generaciones.
Autores como Cole Porter, George e Ira Gershwin, Bill Evans, Irving Berlin, Hoagy Carmichael, hasta el mismísimo Tom Jobim han creado preciosas piezas que, a lo largo de los años, han interpretado distintos artistas de maneras más o menos felices.
Pero, por desgracia, con el nuevo milenio, estas joyas, vaya a saber uno por qué extraña broma del destino, van camino a convertirse - si alguien no hace algo noble próximamente - en un pastiche cursi, comido, vomitado y vuelto a comer.
Hoy los "standars" están de moda. Eso no es del todo malo si se hubiera aprovechado la oportunidad para que la gente apropiada se hiciera cargo de eso.
Pero, lamentablemente, Frank ya no está, y Tony hace lo que puede - trata de "aggiornarse" compartiendo un disco y un DVD con K.D. Lang - entre tanto chanta.
Hay ejemplos muy puntuales: no es casual que Rod Steawart salga con una ¡TRILOGÍA! , sí, leyó bien, una TRILOGÍA dedicada al género - "The great american songbook" 1, 2 y 3 - amenazando al mismísimo Andrés Calamaro en el campo de las ediciones múltiples.
Aparecen por todos lados dulces niñas, más o menos conocidas, con cierto apego al mismo repertorio - Norah Jones, Diana Krall de Costello (je je) - que, más allá de interpretar más o menos bien, y tocar correctamente el piano, parecieran cansar después de un par de discos.
Otro riesgo de la "standarización" es el de mezclar estas composiciones, con clásicos de los 80´s - ¡pero en ese formato! - .
Un claro ejemplo de esto último es el programa - con edición de disco incluida - "Música para soñar" - o para "sonar" según algunos - .
Allí vemos mezclas de lo más diversas como "banana" Pueyrredón haciendo un temazo de Billy Joel - "Just the way you are" - o Emmanuel Horvilleur haciendo "Moonglow".
El problema no es el tema en sí, sino la actitud.
Malosetti aparece tocando desde una canción de cuna, hasta un tema de Memphis la blusera de la misma forma, y en esa conversión, algo se pierde, y casi nada se gana - "Moscato, pizza y fainá" no va a ser un temazo por más onda "cool" que se le quiera dar - .
También tenemos a Ligia Piro, que, como mérito presenta ser la hija de Susana Rinaldi y debuta con un disco llamado como ella.
Obviamente, en el repertorio vemos a Jobim, a Gershwin, a Evans...
Y un tema infaltable para que un disco de standars sea tal: "Summertime".
Oh! Ella Fitzgerald...sálvanos!
PD: Ligia Piro se presenta el sábado 9 de abril en La Comedia, de Rosario...
