lunes, febrero 07, 2005
El alegre paso del NO SER al SER.
Un rodar líquido.
El Dios de la tempestad y la lluvia lleva en sus manos el rayo y se yergue sobre un toro.
Y entonces, a esa altura, ví la realidad en dos planos independientes, autónomos.
Mientras el primer plano (la ventana) se acercaba, el segundo (la arboleda) se alejaba.
Eso sí, ambos planos vibraban al mismo ritmo... parecían entregarse a una frenética danza ritual.
El sol se pinta de mil colores para ingresar al hogar. Él tambien quiere estar.
Un rodar líquido.
El Dios de la tempestad y la lluvia lleva en sus manos el rayo y se yergue sobre un toro.
Y entonces, a esa altura, ví la realidad en dos planos independientes, autónomos.
Mientras el primer plano (la ventana) se acercaba, el segundo (la arboleda) se alejaba.
Eso sí, ambos planos vibraban al mismo ritmo... parecían entregarse a una frenética danza ritual.
El sol se pinta de mil colores para ingresar al hogar. Él tambien quiere estar.