lunes, agosto 22, 2005

Yo no puedo dejar de mirar hacia arriba con asombro y curiosidad.
Todavía siento la misma intranquilidad que sentía de niño al suponer que la Luna se podía caer sobre nosotros.
El sábado la Luna estaba buenísima... no podía dejar de mirarla. Un imán blanco y redondo.
Pero al comentárselo a algunas personas, sólo atinaban a decir: "ah...sí...bien...", sin el menor interés por disimular que no les importaba para nada el tema.
En fin... yo sigo mirando para arriba con asombro y curiosidad.
Sé que cuando la Luna caiga, voy a estar preparado.